A poco menos de 48 horas, vuelvo dos años después a la Isla con la que soñé hace muchos años, cuando el ironman me parecía algo de auténticos hombres de hierro.
No es que haya cambiado mucho mi idea, me parece una prueba extrema, exagerada, en la que sobretodo te encuentras contigo mismo, en la que durante muchas horas tienes tiempo para pensar, reflexionar, y situarte en la vida.
Y no de una forma normal, en un estado de carencia de energía, de fatiga, de falta de azúcar en el cerebro, de falta de sales en tu cuerpo, y de agotamiento y dolor.
Pero, en el fondo, no deja de ser un día, que por voluntad propia, dedicamos al deporte, y esto, a los que nos gusta el deporte, es lo mejor que nos puede pasar, un día para ti, haciendo lo que más te gusta…. LO COMPRO!!!
Con respecto al último Ironman que hice en septiembre del año pasado, llego con más kilómetros en bici, y con más metros de natación, en mojado, por que en seco, sigo haciendo más que en mojado.
Aún así, no ha sido un entrenamiento al uso para un Ironman, eso si, desde enero, más de 1.000 kilómetros de running, que es lo que me pone a punto de momento.., acompañado de mucha natación en seco, y bici en estática…, pero correr, he corrido todo lo que he podido y lo más rápido posible.
Por tanto, siendo sincero, llego a Lanzarote, con un entrenamiento 40% físico, y 60% mental.
Estos porcentajes cambiarán el día de la carrera, en el que, aunque la prueba es 100% física, la cabeza funcionará a otro 100%, por lo que puedo decir, que ese día daré el 200% de mi, de lo físico, y lo no físico.
Estoy preparado, estoy descansado, y tengo muchas, pero que muchas ganas, he visualizado la carrera, he pensado cada parte del recorrido, que estoy seguro, que si la cabeza no me falla, saldrá todo siguiendo el plan establecido….
ya sabéis que mi objetivo, es hacer una maratón en un Ironman, a la 6ª irá la vencida….
Muchas gracias por acompañarme en otra nueva aventura.