
Llegó el momento, 3 semanas después de hacer Km 0, llegaba el momento de nuevo de ponerse el mono de trabajo de x3m e intentar darlo todo. Por que esta era la mentalidad, cuando me apunté a los dos Ironman, dije que en ningún momento me iba a servir de excusa uno para el otro, así que pasara lo que pasara en el primero iba a intentar ir a tope en el segundo también.
Por suerte la climatología nos respetó bastante, a pesar de las amenazas de lluvia, y a las 8:30 del domingo, sin avisos ni preparados, ni nada, se daba la salida. Una natación, que si fue como las mías, fue el sector en el que más disfrute, pensando como bien dice la natación en seco, en mover los brazos, sin pensar en nada más, fijándome en mi respiración, y disfrutado del momento, agradeciendo la posibilidad de poder volver a disfrutar otra carrera. Así me tiré bastante tiempo. No hubo incidencias, se me soltó mi super reloj naranja en tres ocasiones, pero paré, me lo apreté y a seguir con lo mío. Fue una natación larga, de 4.300 metros aprox por lo que dijo la gente que si levaba garmin y demás. Salí en 1:11, a poco más de 11 minutos del primero, siendo ayer el 12º día del año que nado 😉
Después a coger la bici, 4 vueltas a un circuito «raro», llano, si, rápido, si, pero pestoso. Es como la media de Getafe, que inicialmente parece que va a ser rápida por que es llana, pero a mucha gente se le atraviesa. Pues lo mismo en la bici, recorrido llano, en el que no dejas de pedalear ni un metro. La primera vuelta poniéndome en situación, sin acoplarme, la segunda un poco mejor y buscando algún acople, sobretodo en la vuelta de la segunda y en la ida de la 3ª que es cuando mejor me encontré, movía piernas, y por los tiempos que me daba mi reloj naranja, podía bajar de las 5 horas en la bici. Pero a la vuelta de la 3ª vuelta, peté, y en esta ocasión peté físicamente, y saqué la mejor conclusión del año: «tengo que entrenar mejor, si puedo más entrenaré más, pero si no puedo más, entrenaré mejor» y como sea tengo que meter más bici para prerarar un Ironman como yo creo que puedo hacerlo.
A partir de aquí empieza el infierno, dolores en piernas, juego de piñones arriba y abajo por que en ninguno me encontraba cómodo, si se movían mucho las piernas por que se movían mucho, y si me atrancaba un poco por que me ardían.
Lo veo claro, según vuelvo de la 4ª vuelta digo, aquí acaba mi temporada, con la natación y la bici de Gandía, tengo suficiente, ni de coña sufro otra maratón como Madrid Km 0.
Y así llego a la T2, dejo la bici y voy andando a las bolsas, guardo lo de la bici en la bolsa de la bici y saco los calcetines y las zapatillas para salir y disfrutar viendo a mis amigos y a mi hermana competir.
Cuando termino veo que el dorsal no me lo he quitado, y sin pensarlo, por que de verdad que no lo pensé, me pongo la gorra y las gafas y digo «voy hasta el avituallamiento, como algo y abandono».
Llego al avituallamiento primero y no hay comida…, y pienso en trotar hasta el segundo avituallamiento para comer y abandonar. Pero llego al segundo y digo, doy esta vuelta…, y a partir de ahí, sufrir, sufrir, y sufrir, y sufrir mucho, por que no es lo mismo en Madrid que peté de tripa, y no podía correr casi, que aquí que lo que tenía era una fatiga muscular y dolor de piernas, que me mataban en cada paso.
Me recreaba en mis pensamientos y me venía mi frase #nosededóndecoñosacolasfuerzas por que es verdad, no sé como narices pude hacer la maratón, en 3:27 además, pero era como me iban las piernas, parando en cada avituallamiento a dar un traguito de coca cola y tomarme un trozo de plátano.
Al final 10 horas 5 minutos, pero con la conclusión de que el año que viene tocará dar espectáculo del bueno en la distancia Ironman, por que mañana que empiezo la temporada, me lo voy a currar muy mucho.
Mención de honor para mi hermana, que ganó, la general femenina, la animaba cada vez que me cruzaba con ella, quería esperarla en meta, dentro, no fuera, y abrazarla, y así hicimos hermanita, qué coco tienes, para lo bueno y para lo malo, a partir de ahora mentalidad ganadora siempre.
A Charly, que no tiene fin su progresión, a Salinas, que lo mejor está por llegar, y lo seguiremos trabajando en la cabina, por que no tienes un sub 10 en tus piernas, tienes un sub 9.30 y lo sabes.
A Sancha, a David, al resto de amigos, a la afición de los que estaban allí y los que estaban aquí.
Y a Celia, que tiré al aire ese beso que te debía de km 0 😉
A seguir!!!
Vaaaaaaamoooooooooossssssss
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