La vida me está hablando, y la estoy escuchando, me está diciendo, «esta semana un poquito más despacio» y así estoy haciendo.

Todo empezó en la semana Santa, un poco de pesadez de estómago, un poco de malas digestiones, piernas un pelín hinchadas, pero pensaba que lo normal, estaba en la playa y por su puesto comiendo un poco más de lo normal que para eso están los días de vacaciones.

Pensaba que con la vuelta de la Semana Santa todo iba a volver a la normalidad, pero la semana pasada siguió todo por el estilo, podía entrenar, por su puesto, pero notaba visceralmente que algo no iba bien.

Y esta semana tengo síntomas y signos de «petar». Un dolor agudo constante en la boca del estómago, quizá hígado, quizá no sé qué, pero que me dice, baja el ritmo y come bien, aunque el dolor me quita el hambre.

Yo creo que ha sido el exceso de proteína de los últimos meses, me he pasado entre claras de huevo y barritas de proteínas, y he forzado el metabolismo del hígado.

Ya he empezado a curarme, con trabajo mental, claro, y hoy haciendo http://www.drink6.es. En cuanto al ejercicio ayer descansé y hoy he hecho una breve sesión doble de running y estática corta y suave. 

Poco a poco volveré a la normalidad y llegaré a puto tope para la wings for life, de momento sólo hay que escuchar al cuerpo, así que a abrir bien los oidos.

Vaaaaaaaamooooossss