Esos compañeros de trabajo, de viaje, amigos, que lo son, hasta que llega un momento, el importante, y ves como se alejan, como no están tan cerca como pensabas.

El deporte como siempre nos da lecciones de vida, y es que el deporte es en si mismo una representación de la vida, y de cómo somos cada uno de nosotros.

En esos momentos en el que las pulsaciones están disparadas, en el que estamos viviendo el presente, el ahora, es cuando sale nuestro verdadero yo, el que no podemos ocultar, el real, nuestro carácter, nuestra personalidad, y no hay maquillaje.

Es por eso por lo que te abandona el gregario, ese compañero que te tiene que llevar hasta la línea de meta, o hasta que sus fuerzas se agotan, y por qué te abandona en los últimos 200 metros, cuando más lo necesitas.

Se ve que eres un gran ciclista, con grandes cualidades, pero ya se ha visto en varias ocasiones, que tu ego supera tu profesionalidad, por que si no, deberías haber llevado de la mano a tu compañero.

Por eso quizá el karma te ha jugado alguna que otra mala pasada, y en los momentos en los que los gregarios deberían ayudarte a ti, la suerte no te ha acompañado.

La vida es un camino de ida y vuelta, ayuda, haz tu trabajo, y la recompensa vendrá sóla.

Feliz día.