
No es un error… es más bien un deja vú, parece que ya he vivido esta situación, cuando en 2012 hice mi primera maratón en Valencia y 3 meses después hice la de Sevilla.
Y parece que 5 años después, como cíclica que es la vida, se repite la historia.
Después de Valencia, hace poco más de dos meses, en menos de 1 mes volveré a Sevilla, con muchas ganas de maratón de nuevo.
Pero no voy a hablar de Sevilla, por que creo que es el momento de hacer la crónica de la maratón de Valencia.
Como contaba ayer en el perfil de adidas runners Madrid, lo importante no fue conseguir el objetivo, la marca, lo importante fue el camino hasta llegar allí, un camino que no fue el plan de 5 semanas express, si no que fue un plan estratégico, medido y sin dejar espacio a la improvisación, y a la imaginación a nivel de consciencia.
El primero en estar convencido de que iba a ser posible lo que tenía pensado era yo, de hecho, cada vez que contaba la marca que quería hacer, la respuesta estándar que encontraba eran del tipo «sal a un ritmo más lento, y luego ya se verá…, quizá en Valencia no es el día…, si no lo consigues no pasa nada… y si se te van 5 o 10´ sigue siendo un marcón…» pero a mi me daba igual los comentarios, de hecho, me daba igual la marca, por que estaba tan centrado en el camino hasta llegar allí, y además sabía que Valencia no era el final del reto, si no que simplemente era una estación en el camino, y que estaba disfrutando tanto de los entrenamientos, y de la ilusión de tener un gran objetivo, que si salía o no bien la maratón, el resultado para mi iba a ser de satisfacción total.
Pero bueno, voy al grano…. crónica de ese día….
Nos despertamos con tiempo SIlvestre, Marcos y yo. Marcos y yo bajamos a tomar un café, Silvestre se quedó en la habitación.
Subimos, me vestí, y me dio tiempo a una meditación de unos 15´, donde terminé con la visualización de la carrera, carrera que ya me había visto 5 veces mientras hacia rodillo en las semanas anteriores, pero la visualicé en un estado de meditación, y de conexión conmigo mismo, que la sensación era de plenitud total.
Me levanté después de meditar, puse Born to Run de Spingsteen a todo volumen en la habitación, y salimos de la habitación hacia la salida.
No había excusas, no había dolores, no había malas sensaciones, sabía que iba a ser un gran día, que iba a disfrutar de la carrera, Cuánto quieres hacer? 2:38´… esa era mi respuesta… esa era la marca que tenía marcada…
Empezó la carrera, estaba en un buen cajón, y mi objetivo era encontrar un buen grupo con quien pudiera viajar durante 42 km…
Empezamos fuertes, el primer kilómetro con mucha gente, buscando posiciones, esquivando gente, hasta que pasado el primer kilómetro, parece que se va haciendo un grupo interesante.Interesante si, pero veía que iba en ese punto en el que no podía ir mucho más, pero no quería ir ni una pizca menos.
Primera crisis en el kilómetro 7…, si es real, en el kilómetro 7 fueron los primeros pensamientos de «ni de coña aguanto este ritmo durante 42 kilómetros»
Pero desde ese momento, di paso a la cabeza, empecé a pensar…, voy forzado, un poco, pero voy bien, baja la ansiedad y la preocupación, y sube la alegría, el disfrutar de la carrera, la suerte de poder estar ahí, la suerte de haber podido preparar la carrera, no hay dolores, no hay nada que te impida seguir como estás, aguanta y sigue.
Y así fue, hasta que llegó la segunda crisis, más o menos en el kilómetro 15, donde me tomé un gel (el desayuno) de Victory que me dio mi amigo Rafa el día anterior. No suelo tomar geles, pero sabía que ese día tenía que llevarlo, y más energía que me podía dar ese gel, por quien me lo había dado, no me podía dar ningún otro…, cuando las cosas van con alegría y amo, dan más fuerza.
Y efectivamente, el gen me reactivó…
Pero siguieron las crisis…, todo esto mientras iba a un ritmo, realmente por encima de mis posibilidades…, prácticamente hasta el kilómetro 30, los ritmos iban por debajo del 3:40.
Y era el momento de empezar a sentir paz conmigo mismo. En estos momentos de gran sufrimiento empecé a repartir amor, a mis seres queridos, y a las personas que me han puesto piedras en el camino, por que necesitaba perdonar, para eliminar esas piedras, para poder seguir adelante, sin obstáculos.
Agradecimiento infinito a la gente nueva que a aparecido en mi vida, que me ha hecho cambiar la perspectiva con el que ver las cosas, toda esta paz, hizo que fuera perdiendo miedos, que estuviera tranquilo conmigo mismo, alcanzando un estado de satisfacción plena que me hacía volar.
Muchos pensamientos para mis hijos, siempre presentes en cada kilómetro…, de hecho, las primeras palabras que le dije a Marcos cuando crucé la meta fue «quiero hablar con mis hijos» aunque sabía que no era posible.
Y muchos pensamientos para esa gran persona, que llevaba un mes desaparecida en algún lugar del Mundo, pero que yo sabía que estaba ahí…
Los últimos 5 kilómetros fueron de un gran dolor de piernas, pero sabía que si de respiración iba bien, el resto era dolor, y que podría soportarlo.
Gracias a la ayuda de Marcos, que me acompañó los últimos kilómetros tenía una referencia de ritmo y de tiempo.
Aún así, ni a falta de 500 metros, desconocía si iba a hacer o no la marca que tenía esperada…
Pero Valencia es especial, y su final es espectacular, cuando llegas a la ciudad de las artes y las ciencias, y corres sobre el agua, todo es diferente, y cuando veo en el crono que estoy en el tiempo, me empiezo a emocionar…, un poco más, por que ya llevaba unos kilómetros emocionado.
Y finalmente cruzo la meta, en el tiempo esperado, sabiendo que es superable, por su puesto, por que quiero seguir soñando y si dejo de soñar, es por que dejo de vivir.
Satisfecho, no, mucho más, alegre, feliz y lleno de paz, que más podía pedir, el tiempo, era simplemente una marca, aunque hubiera llegado dos horas después, nadie me quita la experiencia vivida durante los meses antes de esa maratón, maratón que hace un año fui incapaz de ir, por que era incapaz de mentalmente correr más de 5 kilómetros, y este 2017 venció la cabeza, no las piernas.YA ESTOY CURADO.
Esto acaba de empezar… quedan muchos episodios por delante, y el final, que será un punto y a parte, prometo que será espectacular, que hará que todos podáis creer como yo creo.
Felices todos!!
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