Este es el resumen de esta semana en la que no he podido hacer más que salvar la semana y que pase de largo.
Con Mara recién nacida, cumpliendo ya sus 15 días de vida, con Álvaro, el mayor, malo desde el martes en casa con fiebre sin poder ir a la guardería, con mi padre ingresado, por suerte hoy se va a casa, y con mucho jaleo en los 3 trabajos que tengo ahora mismo, pues la verdad es que en la parte de entrenamientos poco he podido hacer más que salvar la semana.
Esta semana he entrenado cuando antes dormía ya que ha sido sólo a última hora del día cuando me he podido tirar a la calle a entrenar. Y he tenido que correr estos dos últimos días. Me noto los gemelos aún bastante cargados de la media de Fuencarral, y se que debo cuidarme por que es mi punto flojo, o mejor dicho, y nunca mejor dicho, mi talón de Aquiles, pero en semanas así, en las que no hay otras posibilidades no se puede hacer nada.
Que deciros que ayer y antes de ayer, días en los que vengo de dormir poco, con jaleo durante todo el día, y con jaleos de familiares malos, os podéis imaginar las ganas que tenía de a las 10 de la noche pasadas salir a entrenar, pero hacía de tripas corazón y sacaba fuerzas, por que si quiero demostrar a todo el mundo que se puede, que se puede hacer, se puede conciliar vida familiar, vida laboral y vida de deportista popular, y no puedo dejar que el agotamiento o la pereza me gane la batalla ningún día.
Ya es fin de semana.
Vaaaaaamoooooooooooooooossssss
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