shallow focus of clear hourglass
Photo by Jordan Benton on Pexels.com

Qué poco tiempo nos dedicamos a nosotros mismos, per no me refiero además a hacer lo que nos gusta, como deporte, cine, lectura, cuidados personales, si no realmente a estar un rato sólo, tu, contigo mismo, sin hacer nada, simplemente dedicando tiempo a pensar, a escribir lo que se te pasa la cabeza, a planear y planificar tu vida, con pequeños retos, con pequeñas metas, programando pasos para llegar a ese objetivo, visualizando bien que es lo que quieres hacer, a qué quieres dedicar tiempo, dónde quieres llegar, y cuáles son los pasos para conseguirlo.

Vivimos a un ritmo, que sin darnos cuenta, los minutos caen, las horas pasan, los días se van, y cuando te quieres dar cuenta, has dedicado mucho tiempo, quizá demasiado a hacer aquello que no te gusta, dejando lo que te gusta, y pensando en cambiar tu vida a partir de mañana, pero ese mañana nunca llega.

Desde hace tiempo, todos los días paro el tiempo de mi vida, y dedico unos minutos por la mañana y por la tarde a mis meditaciones, que hacen que realmente se pare el tiempo, y una vez finalizada esta meditación, pienso dónde estoy, como solucionar lo que no me gusta, y cómo poder llegar a lo que me gusta.

Llevo muchos años meditando, al principio me costó mucho, pero ahora, cuando no lo hago, lo noto tanto mentalmente como físicamente, si por algún motivo no medito durante unos días, veo que mi ritmo de vida se acelera, y esa es la señal que me marca que debo parar el tiempo de nuevo.

Empieza hoy, no lo dejes para otro momento, pensarás que si paras unos minutos, pierdes el tiempo, pero te darás cuenta, que es justo lo contrario, todos somos prescindibles, y sobretodo durante unos minutos.

#namasté