
O la práctica de parar el tiempo.
En ocasiones me preguntan cómo iniciarse en la meditación.
La repuesta que normalmente doy, es que ya meditas, lo que pasa es que tienes que fijar tu atención en el acto.
Es muy difícil que pasemos un día sin meditar, lo que pasa es que lo asociamos a alguna actividad, como caminar, correr, hacer deporte, o a cualquier actividad de ocio, como coser, o ir a teatro, o lo que sea.
En estas situaciones, conseguimos quitarnos el ruido que tenemos en la cabeza y fijar nuestra atención en la actividad que estamos realizando, por lo que entramos durante un rato, y/o a ratos en estado meditativo.
Favorecemos más una meditación completa, cuando encima no la asociamos a una actividad, si no que nos regalamos ese tiempo a nosotros mismos, es decir, buscar un espacio, para parar el tiempo, durante unos minutos, lo que consideremos, para principiantes, 5 o 10 minutos, y a partir de ahí, ir avanzando.., lo que necesites, o te pida el cuerpo.
Lo primero que te darás cuenta cuando meditas, es que no eres tan imprescindible, ya que inexplicablemente, jejeje, el tiempo sigue pasando, y la vida de cada persona sigue, con independencia total a la tuya.
Según vayas integrando esta actividad en tu vida normal, colaborarás a recuperarte la plasticidad cerebral que perdiste hace años…, y no, no desaparecen los problemas, los problemas siguen allí, pero esta plasticidad, te ayudará a resolver más fácilmente discusiones, crisis, dolores, a programar mejor tu día, tu reunión, o tu actividad, y los problemas que tenías antes, saber relativizarlos, buscar la mejor solución, o darle la importancia que realmente tiene.
En una sociedad que tiende a la autodestrucción, la meditación nos ayudará a encontrar nuestro sentido de la vida, saber por qué estamos aquí, y para qué, y finalmente conseguir en un estado de bienestar interior, que cambiará las reglas del mundo exterior.
#namasté
Deja una respuesta