A menos de dos meses de ser padre por segunda vez, necesitábamos Celia y yo la que posiblemente sea la última escapada de «novios»antes del nacimiento de Mara.
Son miniescapadas de una noche por que entre otras cosas nos cuesta separarnos de Alvaro, y en esta ocasión escogimos el Monasterio del Paular en Rascafría.
Esta mañana bien prontito, a las 8:30, aunque hubiera salido antes por que ya llevaba un rato despieto, pero me imagino que sólo habría pingüinos a esas horas, salí a entrenar, tocaba un entrenamiento duro, pero me apetecía, me apetece mucho seguir entrenando, creo que voy a llegar con fuerzas a la San Silvestre, ya que me encuentro cada día con más ganas de entrenar. Bueno, pues hoy tocaba un entrenamiento duro, 15×500, muchas series, y 500 metros es una distancia en la que se sufre haciendo series.
Cuando he salido del Hotel he notado el frío que hacía, más del que me esperaba, pero es una auténtica pasada poder entrenar por la montaña, a tan sólo una hora de Madrid parece que estás en los pirineos.
No sé cómo me habrán salido las series, por que me olvidé en casa el garmin, pero desde luego que he terminado machacado, y deseando ir a tomar un merecido desayuno.
Que disfrutéis todos del domingo.
Vaaaamoooooooooosssss
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