Un fin de semana muy muy especial, eso si, también una locura de fin de semana. 6 adultos y 6 niños de viaje un fin de semana, no es para hacer una carrera, pero aún así todo fue estupendo.

La carrera de 10 km empezó el viernes por la tarde, a eso de las 18:00 horas nos ponemos rumbo a Donositi, repartidos en dos coches, y yo voy con mi peque, con mi hermano y sus dos hijas de 3 y 5 años. Todo mejor de lo que podéis pensar, aún así, no deja de ser un viaje de 5 horas con 3 niños, un clásico, el «cuánto queda?», que yo creía que eso era de nuestra época, pues no, sigue estando muy muy presente, unas 50 veces lo dijeron, jeje.

Tras una parada casi imposible en Landa para tomar una buena morcilla, seguimos el camino hacia Donosti, aquí yo, como cuarto niño del coche, me quedé dormido igual que los otros 3 niños, un ratín, y poco antes de llegar, casi a las 1:00 de la mañana se despertaron todos, por lo que os podéis imaginar lo difícil que fue que Alvaro se durmiera, estuvimos viendo la carrera de coches de Pocoyo 20 veces, y va en serio, 20 veces, de 1:00 a 2:00 de la mañana. Por fin se quedó dormido y yo hice lo que pude en el borde de la cama, aún así disfrutando de poder dormir con mi peque, y a las 7:00, en pie.

Por la mañana a movilizarnos los 12, no es fácil, como os podéis imagina, y con frío, y con algo de lluvia, pues más difícil aún. Fuimos a por los dorsales, una vuelta por La Concha y a comer a una Sidrería, carnaza, sidra, tortillas de bacalao, queso con nueces…, un sin fin, todo genial!!!

La tarde de más paseo por el centro, haciendo recuento de peques constante, y esperando a que fuera la hora para ir a dormir, y todo llega, las 21:00 y a dormir, esa noche si que pude descansar un poco más, y así llegó el día de la carrera, domingo por la mañana, y a correr, mi hermana, la media maratón, mi hermano, mi cuñado y yo, los 3, 10 km, la más valiente mi hermana.

Primero salió la maratón y la media maratón, a las 9:00 y 10 minutos más tarde nosotros, a las 9:10.
Pensaba que me encontraba bien, aunque sabía que llegaba cansado, la semana pasada fue dura en todos los sentidos, incluidos los entrenamientos, sobre todo el del viernes que fue muy muy duro, pero me encontraba bien.

Dieron la salida y me quedé con los primeros, íbamos 3 en cabeza, les aguanto un par de kilómetros, a partir del kilómetro 3, se me empiezan a escapar, empiezo a notar las piernas cansadas, pesadas, duras, me cuesta correr, me cuesta mucho, me pasa otro corredor, ahora voy 4, y voy por la Concha. Pasa un rato hasta que me pasa un grupo de 4/5 corredores, me da igual los que me pasen, mi lucha es contra el tiempo, pero sé que hoy no voy bien. Para colmo el GPS no se enganchó en la salida, y no hay referencias kilométricas en la carrera, no sé ni cómo voy ni lo que me queda ni el ritmo ni nada, y me siguen pasando corredores.
Me hace mucha ilusión que veo a Nino, Óscar, y Pecos, y que m cruzo con mi hermano y mi cuñado, como me gustan estas cosas a pesar de lo que estoy sufriendo.

Cono la recta que llega a Anoeta, parece que esto se acaba, se me está haciendo eterno, pero no termina aún. Hay que dar un par de vueltas al estadio, y otro edificio, madre mía, esto no termina nunca, por fin entro en el estadio, 400 metros y ya está, entro en el minuto 33 largo, y paso por la meta en el 35, he repetido tiempo, el mismo que el fin de semana pasado, pero esta carrera no ha tenido nada que ver, he ido mal, me dolían las piernas, las tenía cansadas, ha sido un mal día y he hecho 35, así que estoy contento, y estoy seguro de que voy a alcanzar mi objetivo.

Gracias Víctor, por tu paciencia y por el trabajo que estás haciendo conmigo!!

me cruzo